El mundo será post coronavirus y habrá que aprender a vivir de nuevo.Pero espero que aprendamos algo, porque a los que se llevó, lo hizo de la manera mas cruel que existe.
Nadie nos ha robado el mes de abril, eso son mitos para canciones de cantautores. nos ha robado pedazos de nuestro ser, risas, abrazos,momentos y besos irrecuperables.
Será difícil volver a Ser.
Como en aquella canción de Mecano del año 1991, escuchar "positivo" me hizo helarme la sangre.
Por lo que había vivido, porque vi en miradas perdidas lo que ese positivo hacía por dentro. Sentimientos de dolor, rabia e impotencia. Porque lloré, lloré mucho, quizás mi subconsciente recurría al llanto para que alguien me rescatara, me abrazara y me dijera que había sido una pesadilla, pero no,no despertaba, tal vez, porque no dormía y no era consciente de ello.
Jamás pensé que pondría en práctica y trabajaría siguiendo el estricto protocolo de actuación de ponerme y quitarme un Epi.
He visto como se apagaban miradas con el dolor de no ver mas que una especie de astronauta en un mono blanco, con una mascarilla,guantes y unas gafas que les cogía la mano porque se merecían todo el amor que sus ojos proyectaban de grandes historias vividas y me quedo con todos y cada unos de sus "gracias" en un susurro.
Me paraste de golpe mi vida, cómo sería cuando me obligaste a quedarme en casa, que no fui consciente que ya estabas dentro de mi, no aceptaba que quisieras controlar mi vida, hacia falta fuera, y sacudiste fuerte, a Él con una neumonía, pero yo no, yo tenía que seguir allí dónde podía aportar mi granito de arena. No me di cuenta que hacia días que no comía y que había perdido totalmente el olfato, no quería quedarme quieta. Y me golpeaste otra vez, invadiste otra parte de mi, de la que estoy mas orgullosa, mi gran pelirroja. Fueron días duros, muy duros, juntos, pero separados, en el mismo techo pero aislados, días de termómetros, pulsioxímetro , tensiometros,medicamentos, antibióticos,aerosoles y lejía mucha lejía diluida. Dependientes en todo momento de de los ángeles que llegaban hasta la puerta.
Seguimos dando cuerda a un reloj destruido por una mano invisible, con cansancio físico, psíquico y mental.
y en contra de todo pronostico, el positivo sigue instalado,ha cambiado su ataque,pero se resiste abandonar, de la misma manera que nos negamos a que nos venza, mantenemos un pulso constante. Una ya te ha vencido. Quedamos dos en lucha, pero aunque las fuerzas nos fallan no nos rendiremos y seguiremos hasta reconstruir de nuevo el reloj y volver a ser dueños de nuestro tiempo. Un tiempo que ansío sea negativo.
Clacanli.
Gracias Anelia Ortiz Florenzano por tu dibujo. (Y por todo)