martes, 22 de septiembre de 2009

Porque lo valeis.

Cuenta una historia que un barco desembarcó en una isla del pacífico y que esta estaba llena de las bellas nativas. Uno de los marineros habló con una que estaba lavando en el río y le preguntó por la aldea mas cercana para así poder mercar con la carga del barco, ésta no contestó, pero a su insistencia, acabó asintiendo y haciéndole señas para que la siguiera. Así le llevó hasta su poblado, a la entrada ante tanta pregunta sobre su silencio, finalmente acabó contestándole que le producía confianza. En su tribu la costumbre era que sólo podía dirigirse una mujer a su hombre o a su padre y debía callar ante los demás. El marinero, impresionado por su sinceridad y comerciando con el jefe de la aldea se enteró que la costumbre del lugar era pagar un numero determinado de vacas de una a diez según el valor de la mujer a comprar como dote. El marinero preguntó por la lugareña que le había acompañado y este le contestó que era barata, que sólo costaba dos vacas. Pues no era la mas hermosa, ni de piel mas fina, ni sumisa ni de sangre noble, el marinero sorprendido le dijo que el creía que era mas valiosa que dos vacas y empezó a negociar la dote con el padre.
Cuando acabó la negociación, el marinero tuvo que decir que se quedaba en la isla a sus compañeros, pues debía cumplir su compromiso al haber pagado la dote. Así pues, le dejaron en la isla con su parte de beneficios para que pudiera pagar el precio y le quedara con que vivir hasta la vuelta de un siguiente amarre.
A la vuelta del siguiente viaje la tripulación se sorprendió de ver una nativa bellisima que era tratada con respeto por todos y que caminaba junto al marinero. Preguntaron a este, como era que estuviese con semejante nativa que seguramente costara diez vacas, cuando dijo que iba a casarse con una de dos, y este dijo que si, que le había costado diez, pero que era la misma nativa que costaba dos.
Como pagaste diez con el dispendio que ello significa.
Porque para mi valía diez, y al pagarlas todo el mundo la valoró así.
La gente se fija en el valor superfluo, no en el de verdad, tu para mi vales mil veces diez vacas, pero no me preocupa lo que la gente piense, que la mayoría lo sabe, lo que de verdad me preocupa es que no lo sepas tu.

13 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues tú si que lo vales, ni una ni dos, ni diez...miles de millones de vacas!!!

Besos a tutiplen!!!

Anónimo dijo...

Vaya...me quedo sin duda con la moraleja del cuento. Y la preocupacióm de que no 'sepa' cuanto vale, tiene fácil solución. Hacérselo saber.

S. dijo...

lo que no sé cuántas vacas valdría yo...

jordi dijo...

Pero vosotras sabéis lo que vale una vaca ???jajaja.
Aqui hay que echar números eh.
eres sumisa? eres noble? trabajadora ?jajja.
No tienes precio !!! lo que se paga con dinero siempre es barato.
besos

Bubo dijo...

A mi esto me suena a inflacción inmobiliaria.
¡Veras cuando se desinfle la vaca!

Marga Esteban dijo...

Pocas personas saben reconocer al cisne que llevamos dentro, a veces ni nosotros mismos nos valoramos lo suficiente. Bonita historia, gracias!! UNn abrazo.

Nadia dijo...

Mmmm! Me ha gustado la historia, me has dejado pensando... Me voy a decirle a alguien que yo sé las vacas que vale ;O)

MFe dijo...

A veces no sabemos lo que los demás piensan de nosotros, y otras veces aunque lo sepamos, nos gusta escucharlo. Yo doy por hecho que x personas me quieren, pero me encanta oírlo.

Pues eso... que me enrollo...
Que de vez en cuando conviene decir en alto las "vacas" que para nosotros vale una persona.

Un besote!!!

IBE dijo...

Pero esas vacas eran de leche o sólo de carne ?ja,ja

Muy bonito contado, es la eterna enseñanza del cuento de la bella y la bestia, del patito feo que se convierte en un precioso cisne, lo que de verdad vale es la persona que te considera como tal.

El valor está dentro, no conozco tu carrocería, pero la potencia de los caballos de motor los reconozco a la legua y los tuyos, niña, no hay dinero en el mundo para pagarlos.

Gilda dijo...

Esta historia no es mia, sólo alguien que me la manda y repite, me hace sentir valiosa y quiero compartirla para que todos os deis cuenta de que valeis mucho. Un besazo de millones de vacas.

Mnemósine dijo...

El problema es de quien fija el precio d ela vaca....si el precio siempre se fija a primera vista, sin profundizar mucho!!! Me encnata esta historia.

Vane dijo...

Siempre ponemos precio a la vaca a primera vista, si miramos más tú y yo valemos doscientas mil millones de vacas. Bonita historia. Besitos.

Esteban dijo...

Bonito texto, pues si para cada cual una cosa tiene un valor.