martes, 27 de junio de 2017

MI trenza enmarañada.

Y fui trenzando sueños como si de un virtuoso estilista se tratara. Una realidad paralela que con el paso del tiempo te atrapa. Y queriendo ver el resultado con brillo perfecto y desenredado, encontré... que con el paso del tiempo, todo estaba enmarañado. Y se borró la sonrisa ingenua de mi rostro, los ojos ya no brillan y en mi cerebro hay monstruos. Vagabundeo por el mundo, a veces, hasta me escondo, hasta que aprenda a peinar estos enredos locos. Y saber que perdonar, no es sólo para otros. El perdón más complicado... el que vivimos con nosotros. Mi trenza lucirá bella, si lo consigo y espero, sea pronto.

2 comentarios:

Bubo dijo...

A veces cortarse el pelo es una buena opción. Al fin y al cabo vuelve a crecer.

Encantado de leerla.

Eduardo Fanegas de la Fuente dijo...

Echo de menos que escribas en el blog ;-)